miércoles, 30 de marzo de 2011

OXÍMORON


Toda la vida estudiando lengua y no había tropezado aún con esta palabreja. Curiosa palabra que se conserva casi intacta desde su griego original.
Viene a cuento del último libro editado de Sergi Pàmies, "La bicicleta estática".
Conocí a este autor hace años, cuando en 1988 y en el estante de una librería vi un libro cuyo título "Debería caérsete la cara de vergüenza", me resultó tan sugerente que no pude resistirme a comprarlo y lógicamente, leerlo. Aunque ya no lo recuerdo con nitidez, si me quedó, como esas briznas en la comisura de los labios después de morder un hojaldre, el lugar en el que colocaba el foco de sus relatos y lo descabellado del punto de partida o de la resolución de sus historias. Me sorprendió, me encantó y lo recomendé.
No he seguido el resto de su obra, entretenido en el vano afán de estar al día de otros autores y lecturas, aunque he tenido noticias suyas a través de algunos artículos de prensa y otras apariciones en medios de comunicación.
Hay un dato de su biografía que desconocía hasta hace poco, es hijo del que fuera dirigente del PSUC Gregorio López Raimundo. Este dato me ha ayudado a entender algunos de los párrafos de este nuevo libro, dado que tiene un notable carácter autobiográfico.
Os aseguro que es recomendable, interesante y entretenido. También es cierto que es estremecedor a veces. Lúcido y sorprendente algunos de sus relatos son demoledores y manifiestan una capacidad de observación de las conductas humanas en las que es fácil reconocerse. La ficción, la realidad, el lector como personaje, aparecen entre sus líneas tejiendo un universo inesperado aunque reconocible.
No dejéis de leerlo, entretenimiento asegurado.

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