miércoles, 23 de noviembre de 2011

En attendant Godot

Recuerdo que en mi juventud, cuando hacer teatro era de lo más importante para mi, siempre hubo una obra, entre otras desde luego, que siempre quise hacer: "Esperando a Godot". No me refiero a representarla, sino a dirigirla. Quería poder trasmitirles con pasión a los actores la angustia que debían traslucir, la ansiedad que en determinados pasajes debían representar, para que el público sintiera la desesperanza que produce la espera. Cuando la espera, que en la obra se convierte en tedio es como algunas vidas: sin esperanza.
Que pena

lunes, 21 de noviembre de 2011

¡cobardes!

Dice mi amigo Jose (sin tilde) que de los cobardes no se ha escrito nada. Yo creo que no es cierto. De los valientes sólo se escriben tebeos, leyendas, novelas. Los cobardes son, somos la mayoría. Y la historia, que la escriben los historiadores según les interesa por regla general, casi siempre habla de los muchos. No se puede entrar en detalle si se pretende tener una visión general.
Lo que pasa, me parece a mi es que la cobardía, deja un sabor de boca que no termina de gustar, ... como si te tomas un trago de absenta después de morder un caqui verde. ¿No?

domingo, 20 de noviembre de 2011

y...

todo se acaba... vaya mierda.

domingo, 13 de noviembre de 2011

11-S

A pesar de lo que decía mi horóscopo, no me ha tocado la lotería, ni siquiera por haber puesto el cupón junto a una hoja de laurel, que parecía la condición única para conseguirlo además claro, de haber nacido bajo el signo de Tauro.
Pero desde que leí las primeras líneas tuve la sensación de que aquellas palabras comportaban una casualidad muy semejante a la de la suerte, buena o mala.
Nada más recoger los efectos personales de aquella mujer, ese papel me llamó la atención. El cuaderno o el diario o lo que fuera, estaba sucio, polvoriento y un poco ajado, pero todas la hojas se habían mantenido sujetas, menos aquella.
No acostumbro a quedarme con nada de lo que recogemos durante el trabajo porque tengo la íntima convicción de que tiene mal fario, aparte de las consideraciones morales. Pero aquel día, ya de vuelta, cuando bajé de la ambulancia con la bolsa de sus pertenencias, no pude evitar deslizar mi mano en su interior, coger el dichoso papelito y meterlo en el bolsillo de mi camisa. Total era un papel, no más importante que una nota de la compra, como un teléfono anotado en una servilleta. Seguramente nadie lo necesitaría ni lo echaría de menos. Desde luego su dueña no.
"Hace calor. Me gustaría estar con él ahora. Lo echo de menos. No sé si podré aguantar los dos meses. Pero se lo he prometido. Confío en él, sé que lo hará, esperaré. 11/09/2011 Bolonia. Cádiz

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sigrid


- No, Capitán, no ha vuelto. Ninguno de los mensajes que habéis enviado ha sido respondido. Me temo que... no vaya a volver.
El Capitán giró la cabeza en dirección a su interlocutor y éste pudo ver las arrugas que envolvían su cuello, otrora musculoso.
- Lo sé, Crispín. Sé que se ha ido para no volver.
Primero fue nuestro amigo, a quien la muerte nos arrebató sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Hace ya tanto tiempo...
Sus ojos faltos de la vigorosa mirada de antes, parecían buscar algo en el vacío, muy lejos de allí.
- Ahora ella.
Pero se equivoca quien piense que dejaré de buscarla.
No lo haré, tronó su voz.

sábado, 5 de noviembre de 2011

otra mirada: http://www.youtube.com/watch?v=4kDN49_bFno