sábado, 18 de abril de 2020

Sin día

Noche sin día en las entrañas,
estéril.
Llena con falso sueño de polvo rosa.
Para qué despertar

Noche de entraña estéril

Malos tiempos

Para la lírica y para todo. O para nada, que no se muy bien. 
Cinco años es mucho o muy poco. 
Hoy estoy gallego. 
Si pudiera estar sin tener que madrugar demasiado, pudiendo tomarme el primer café en la terraza escuchando a los pájaros, muchos de ellos recién llegados. Sin ruido de coches y oyendo voces no siempre entendibles, de mis vecinas. Con este solecillo incipiente que acaricia algunos dias o la lluvia otros. Viendo como aparecen las primeras flores en las macetas. Pues así, no son muchos.
Sin abrazar, ni dar besos. Sin tabernas, sin finde de campo, ni calle más que para ir algún día esporádico a trabajar, a la panadería o al súper previa cola a la distancia convenida. Aguantando al imbécil que cada tarde no quiere comprender que el homenaje es a personas y no a himnos ni banderas. 
Así sí son muchos. Demasiados, a ratos. 
Casi me alegro que se me empañen las gafas con la mascarilla, por si las lágrimas de las ganas que tengo de llorar me rompen. 
Mejor que no me vea nadie. 
Tampoco hay que desanimar a la gente, que bastante tiene con lo que tiene. Que ni llorar a sus muertos pueden, entre brazos amigos.
Y encima dice uno que lo peor está por llegar. Salalechequemamó.
"Lo que nos tenía el señor guardao" que diría mi abuela Teresa.